La motricidad fina cumple un rol fundamental en el desarrollo físico, social y cognitivo de una persona. Sin la motricidad fina no podríamos hacer cosas tan básica como dar vuelta la página de un libro o tomar un cubierto. Desarrollar dicha motricidad en los niños es entonces indispensable y hay muchas formas de lograrlo.
La motricidad fina permite a los seres humanos hacer movimientos pequeños y precisos. Es compleja y exige la participación de muchas áreas del cerebro que se relacionan con la coordinación de funciones neurológicas, esqueléticas y musculares. El desarrollo de la motricidad fina, mejora el control de la motricidad gruesa y se desarrolla a medida que el sistema neurológico madura. Un desarrollo de la motricidad fina es el resultado de los logros alcanzados por los niños en el dominio de cosas como el movimiento fino de pies y manos, y la orientación espacial.
Al ser una actividad que le da significado y relevancia al movimiento, es un elemento básico del aprendizaje de los niños. Éste promueve el eficiente desarrollo de algunos procesos cognitivos y es especialmente importante en el aprendizaje de la lectura y escritura, procesos relacionados con la coordinación. Ayudar entonces al desarrollo de esta facultad con los más pequeños, puede garantizar el éxito de un buen aprendizaje. ¿Cómo hacerlo? Hay muchas actividades sencillas, creativas y dinámicas que se pueden realizar no sólo en la sala de clase, sino también en casa.
Estas son algunas ideas:
1. ATRAPA LA ARAÑA
Simple: haz una telaraña de lana en un recipiente. Echa algunas arañas de juguete en el fondo del recipiente y dale unas pinzas a los niños para que las atrapen. Gracias a esta actividad los niños no solo desarrollan su motricidad fina sino que también aprenden sobre resolución de problemas.
2. PESCA
En un recipiente agrega un poco de agua y algunas tapas de botella. Dale a los niños un par de palos para que con éstos, intenten pescar todas las tapas. Además es una gran forma promover aprendizajes a bajo costo y con materiales 100% reciclados.
3.PLASTILINA
La plastilina ha sido uno de los juegos favoritos de los niños durante décadas. No sólo es una actividad creativa y divertida, su manipulación también desarrolla algunas habilidades importantes. Apretarla, exprimirla, amasarla, estirarla, enrollarla, pellizcarla…todo ello ayuda a fortalecer los músculos de los dedos, sin olvidar que también resulta una interesante experiencia sensorial.
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